En la ciudad de Toledo no hay ni una calle, ni una plaza, ni un solo lugar que recuerde el nacimiento de uno de sus hijos más ilustres: Anselmo Lorenzo, el anarquista.
A nselmo Lorenzo Asperilla nació en Toledo el 21 de abril de 1841. Fue uno de los primeros anarquistas españoles. Muy activo en los movimientos sindicales de su época, en el año 1871 formó parte en la sección española de la Primera Internacional. Como autor escribió numerosas obras de propaganda del anarquismo.
Sufrió el exilio en París, tras verse acusado y perseguido por la policía en el proceso de Montjuïc. A su vuelta colaboró en Barcelona con la editorial de la Escuela Moderna junto a Francisco Ferrer Guardia. En 1910 participó en la fundación de la Confederación Nacional del Trabajo(CNT). Falleció en Barcelona el 30 de noviembre de 1914.
En la actualidad la CNT tiene una fundación cultural que lleva su nombre.
A grandes rasgos, ese fue Anselmo Lorenzo. Lo que no dicen estos fríos datos es que también fue un hombre bueno y comprometido con la causa anarquista, de quien esperaba remedio para las innumerables injusticias sociales de las que era testigo. Anselmo Lorenzo provenía de una familia trabajadora muy humilde, y siendo niño entró de aprendiz de tipógrafo en Madrid, adonde acudió para buscarse la vida. Era una boca menos que alimentar.
Como obrero no era de los que se sometían. Aprendió a leer y escribir, algo necesario en su oficio de tipógrafo, que también le deparaba la posibilidad de muchas y variadas lecturas. Anselmo Lorenzo, que apenas asistió a la escuela, trató de crease una cultura, y prueba del éxito de su esfuerzo autodidacta lo demuestra su obra escrita. Escribió varios libros, el más importante de ellos “El proletariado militante”, un texto fundamental para conocer la historia del movimiento obrero español y europeo, además de publicar numerosos artículos en la prensa ácrata.