La obra de Barbara Dane es un fiel reflejo de su propia convicción acerca del papel del artista en la sociedad de su tiempo, en el que arte y lucha política están íntimamente ligados en una “batalla continua sin fin”, como dijo el poeta Walter Lowenfels.
Continúa en la brecha con sus canciones, que conservan intacto el poder de convicción y el ritmo poderoso de la música auténtica, la que es capaz de conmover el corazón y el alma de la gente.