Este segundo viaje en avión se hace largo y tedioso, encajonado en un espacio tan pequeño, pero, tras una hora de vuelo, llegamos al aeropuerto de Kuusamo ya de noche cerrada. El ambiente es como esperábamos en esta región, nieve por todos lados y mucho frío.
El temor a las gélidas temperaturas polares nos tiene un poco desorientados. En mi caso, he pasado frío en algunas de mis rutas por España, diría que en ocasiones mucho frío, pero cuando piensas en estas tierras septentrionales, imaginas que el frío será insoportable, así que el exceso de ropa que lleves no será un problema.