A todo ello, yo le añado la inmediatez, la brevedad y la contundencia de un disparo a quemarropa. A lo sumo en un par de páginas vierto todo aquello que me viene a la cabeza, sin utilizar el filtro del orden y la conveniencia, ni preocuparme por el estilo o la dinámica de lo que escribo. Tal vez no tengan más valor que el de ser un breve desahogo, ya que de ningún modo pretendo sentar cátedra en nada. Me limito únicamente a escribir lo que pienso, dando mi opinión personal sobre determinados asuntos. Nada más y nada menos que eso.
Espero que mis ideas peregrinas entretengan, como me entretuvo a mí escribirlas, y en la medida de sus humildes posibilidades, nos permitan reflexionar sobre algunas cuestiones que, de un modo u otro, nos afectan a todos.
¡Salud y alegría!