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ohnston fue uno de aquellos legendarios hombres de las montañas que forjaron la historia del Salvaje Oeste, un lugar turbulento y brutal por aquel tiempo, particularmente durante las Guerras Indias de finales del siglo XIX.
Las historias que se cuenta sobre él son interminables. La principal de ellas se refiere al asesinato de su esposa india a manos de los Crow y la posterior venganza que Johnson emprendió contra esta tribu, una represalia interminable que duró muchos años. Se dijo que se comía el hígado de sus enemigos, lo cual suponía una afrenta a las creencias de los crows, que consideraban que dicho órgano era vital en la otra vida. Por tal motivo se le llamó Johnston "El Comehígados”. El relato ficticio de estos “hechos basados en la realidad“, fue escrito por un periodista en un momento en que tales aventuras estaban comenzando a salir impresas en revistas baratas, alcanzado una gran difusión y popularidad por todo el país. Según el historiador Andrew Mehane Southerland: “Supuestamente mató y desolló a más de 300 indios crows y luego devoró sus hígados. A medida que su reputación y su colección de cueros cabelludos crecían, Johnson se fue convirtiendo en alguien temible."
Finalmente, Johnston acordó la paz con los crows y fue considerado como "su hermano", poniendo término a una larga y sangrienta venganza personal que dejó un largo reguero de guerreros Cuervo asesinados. Esta truculenta ficción sirvió de base para crear una fábula al gusto de la época. No hay que olvidar que la conquista del Oeste se hizo a base de sangre y fuego.
El personaje real fue conocido como El Devorador de hígados (Liver-Eating) o Matador de cuervos (Crow killer). Pero él mismo utilizó diversos nombres propios a su conveniencia: John Johnson, Jack Johnson y John Johnston, y probablemente algunos más durante su azarosa vida, en la que fue granjero, ballenero, marino, buscador de oro, trampero, vendedor de whisky, soldado, explorador, guía, leñador y agente de la ley en su vejez. No son muchos lo datos fiables que se tienen sobre Johnston, debido entre otras razones a los diferentes nombres que empleó en su pasado, pero, por lo que sabemos, la leyenda se construyó sobre unos cimientos poco honorables, pero muy acordes con el carácter atrabiliario del que fue sin duda uno de los tipos más duros del Oeste.
Johnston era un hombre violento, impulsivo, borracho, hosco y solitario. Tenía mala reputación, pero sin duda fue un luchador valiente, lo que le confirió cierto renombre en el salvaje mundo de La Frontera, donde se vivía con las armas en la mano, expuesto a mil peligros diarios. Por suerte, contaba con un físico que le respaldaba; era un hombretón de imponente aspecto: rozaba el metro noventa de altura, pesaba más de cien kilos y lucía una llameante barba roja, rasgos que le hacían fácilmente reconocible. Al parecer, era extremadamente fuerte y poseía además gran destreza y valor tanto para la caza como para el combate cuerpo a cuerpo.
Las peripecias de su agitada vida dieron mucho juego. En primer lugar, siendo ya una especie de celebridad local, actuó en una especie de circo ambulante al estilo del famoso Wild West de Búfalo Bill, espectáculos muy populares a finales del siglo XIX en los Estados Unidos, donde el propio Johnston se representaba a sí mismo.
El éxito de su actuación motivó que un escritor llamado Raymond Thorp escribiese un libro titulado Crow Killer: The Saga of Liver-Eating Johnson, publicado en 1958 por la editorial Indiana Univsersity Press, una biografía de escaso rigor y veracidad, pero que sirvió para consolidar el mito del asesino de indios.
La novela Mountain man, del autor de obras sobre el Oeste americano Vardis Fisher, ganadora en 1965 del máximo premio del western, el Spur Award, recrea las aventuras de un trampero en una mezcla de ficción y realidad, tomando como base la leyenda de Johnston el Comehígados.
Pero la celebridad del personaje llegaría gracias al cine americano. En 1972, se realizó una película titulada Jeremiah Johnson, dirigida por Sidney Pollack y protagonizada por Robert Redford, una versión inspirada libremente sobre su vida. La película tuvo un gran éxito de público y, con el tiempo, se hizo tan popular y famosa que incluso el héroe de ficción se impuso sobre el personaje real en que se basaba, y hasta los mismos historiadores académicos comenzaron referirse a Johnston por su nombre cinematográfico de Jeremiah Johnson.
Pese a todo este cúmulo de datos e información, la figura de Johnston sigue envuelta en un cúmulo de invenciones y errores que hacen prácticamente imposible averiguar la verdad. Nunca conoceremos al verdadero personaje que se esconde tras su leyenda. El mito es lo que perdura y la realidad se pierde en el olvido. Sin embargo, y en la medida de lo posible, tratemos de desvelar la vida real del hombre que se oculta tras esta confusa mezcla de nombres y hechos.
2 Comments
Es uno de mis personajes favoritos. Ya la película es una obra maestra. Gran artículo que profundiza en la vida de los tramperos.
Excelente historia gracias por compartir